lunes, 25 de abril de 2011

                                             San Antonio del Monte



Es la fiesta de ganaderos por antonomasia. Se considera la más antigua e importante.
El acto más destacado de estas fiestas es la feria de ganado que se celebra en San Antonio,  a la que acuden en multitud palmeros y forasteros. San Antonio del Monte bendice el ganado en una feria de ámbito insular donde concursan reses de raza palmera y reses foráneas, así como ganado menor, junto a una muestra de los mejores ejemplares de perro pastor garafiano. Del mismo modo, también se celebra un concurso de los quesos de la zona. 
                                                                                                                          
                           
Las imágenes del patrón, San Antonio de Padua, junto a la  de San Isidro Labrador, desfilan en procesión entre altos arcos de madera recubiertos de hojas de helechos que marcan la entrada a la iglesia.
Junto a estos arcos es tradicional construir ventorrillos o mesones de palos y ramas de faya y aceviño
 El Santo ha sido calificado como abogado de los objetos perdidos y al que se le reza, no sin antes introducirle una propina en su alcancía, para encontrar un buen partido ( novio o novia).

                                           
El venerado San Antonio del Monte tiene muchos devotos en la isla. Muchos fieles, una vez llegados, se arrastran de rodillas en torno a la ermita para cumplir las promesas. Las nostálgicas y alegres reuniones tienen lugar entre risas y lágrimas, alegrías, isas, folías y acordeones, vinos y guitarras, aunque el sabor tradicional está ya algo mezclado de modernidad.
Al llegar la hora de la comida, los asistentes  a la fiesta buscan  los mejores rincones a la fresca sombra de los pinos para sacar sus manteles al suelo y los alimentos típicos de una jornada de campo, o lo completan con los asados, papas y mojo hecho en los kioscos.
De entre todo el santoral, uno de los que goza de mayor devoción por el pueblo palmero es, sin duda, esta santo.
Tras la concurrida “Misa de Romeros”, en la víspera del santo, en la que siempre se da cita una gran multitud de peregrinos que abarrotan la ermita y sus aledaños, se entregan los valiosos premios a los mejores ejemplares de ganado. Estos desfilan después ante el público. El día 13 tiene lugar otra solemne misa y procesión. Asimismo se celebra una reñida y esperada carrera de caballos en la que las apuestas son astronómicas.

                                                  
La masiva participación de ganaderos de toda la isla hacen de este festejo, entre aromas de carne asada, buen queso y tragos de vino de tea, el más esperado por el pueblo

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